El Ayuntamiento apoya con 15.000 euros la apertura de la Cooperativa al público y su promoción a través de internet

Pascual Carrión la fundó en 1917 como sindicato y en 1928 se convirtió en cooperativa
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05/06/08

La Bodega Cooperativa Campo de San Blas está dispuesta a vivir una segunda juventud a pesar de sus 80 años de historia. La ayuda de 15.000 euros que le acaba de conceder el Ayuntamiento de Sax, fruto de la firma de un convenio el pasado 30 de mayo, supone el espaldarazo definitivo a muchos proyectos orientados a la comercialización y a la promoción. Una moderna página web con sistema de venta por internet y la rehabilitación de las cavas para su uso como espacio para catas y degustaciones son dos de las primeras actuaciones que acometerá la bodega para ponerse al día y acercar sus aceites y sus vinos a los consumidores.

“Hoy es un día grande para mí. Me siento tremendamente orgulloso”, así de rotundo fue Juan Linares Antolín, presidente de la Sociedad Cooperativa Valenciana Limitada del Campo San Blas, cuando, el pasado 30 de mayo firmó un convenio de colaboración con el Ayuntamiento de Sax por el que la cooperativa recibirá 15.000 euros. Y es que, como él mismo aseguró, son pocos los ayuntamientos que apoyan al mundo cooperativo hoy por hoy. En la firma también estuvo presente Ana Barceló, alcaldesa de Sax, y Ana Soriano, secretaria de la Junta Rectora de la Bodega.

La actual Bodega Cooperativa nació en 1917 como sindicato, pasando a ser cooperativa en 1928. Fue el sajeño Pascual Carrión, uno de los autores de la reforma agraria realizada en tiempos de la Segunda República y que, tras la Guerra Civil, trabajó en el desarrollo de cooperativas vitivinícolas en la zona de Levante, el impulsor del proyecto de creación de la Cooperativa en su localidad natal. Fue él, en su calidad de ingeniero agrónomo, quien diseñó la bodega e incluso formó parte de la Cooperativa como socio.

La Bodega Cooperativa de Sax produce caldos de primer nivel, como el Paraje La Torre, un excelente crianza con una insólita relación entre calidad y precio, o la línea Castillo de Sax, que incluye blanco, tinto y rosado. No le van a la zaga los aceites, que se comercializan también bajo la marca Castillo de Sax.

Sus instalaciones tienen un especial encanto, ya que reúnen en un mismo edificio la parte antigua, que data de 1951, y la parte moderna. La ayuda municipal va a permitir mejorar la imagen de éstas, desde la fachada a los pavimentos, incluyendo la creación en el sótano de un espacio para cata de vinos, degustaciones y visitas guiadas. Este proyecto de mejora también incluye la creación de barricas, para que cualquier sajeño pueda tener allí su vino, en unas perfectas condiciones. Con todo ello se pretende, en definitiva, abrir las instalaciones al público, al tiempo que se crean los medios para la promoción publicitaria y la difusión a través de internet de los productos y servicios de la cooperativa.

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