Vegetación mediterránea

La maquia mediterránea

Las condiciones edáficas y climáticas, precipitaciones y temperaturas principalmente, determinan que en buena parte del territorio alicantino no se desarrollen formaciones boscosas. En su lugar, pero no menos importante, se observa una vegetación arbustiva y de matorral, conocida como monte bajo o maquia mediterránea, compuesta entre otras por espino negro (Rhamnus lycioides), sabina negral (Juniperus phoenicea), enebro de la miera (Juniperus oxycedrus), aladierno (Rhamnus alaternus), acebuche (Olea europaea ssp. sylvestris), romero (Salvia rosmarinus) o tomillo (Thymus vulgaris).

 

Usos y aplicaciones

La cultura mediterránea tradicionalmente ha sabido valorar como merece este valioso patrimonio vegetal, utilizando los diversos productos obtenidos de las plantas para un sinfín de oficios, usos y actividades.

 

Estrategias adaptativas

Las adaptaciones de las especies vegetales presentes en este entorno tienen como principal objetivo que la planta supere con éxito la estación seca estival. Así, puedes observar ejemplares con hojas pequeñas, duras, revolutas, espinescentes o aciculares, también la presencia de aceites esenciales contribuye a minimizar la evapotranspiración.

 

Sabías que…

Las condiciones de sombra y de humedad de la cara norte de la Peña del Castillo permiten el crecimiento del pinar que atraviesas. Sin embargo, este bosque no es natural, es el resultado de una plantación realizada en los años 50.

 

La estructura vegetal de un bosque es el resultado de un trabajo en etapas conocido como sucesión vegetal. Los pastos y las hierbas sujetan y aportan materia orgánica al suelo, esto permite el desarrollo de matorrales heliófilos (amantes del sol), cuya protección y sombra favorece la germinación y el crecimiento de especies arbustivas y árboles.

 

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