Sax decidirá si suspende El Cabildo y las fiestas de Moros y Cristianos en una reunión el próximo lunes

07/10/20

La situación de pandemia y la ausencia de una vacuna que pueda proteger a la población de contagios de COVID-19 ha provocado la suspensión de las fiestas populares en todo el país desde mediados del pasado mes de marzo. Sax decidirá sobre la celebración de El Cabildo y las fiestas de Moros y Cristianos en la reunión que se celebrará el próximo lunes, 12 de octubre, a la que se ha convocado a toda la Corporación Municipal, a la Mayordomía de San Blas, a las comparsas y al cura-párroco.
La alcaldesa, Laura Estevan, ha señalado que “estamos ante un momento histórico y requiere de decisiones valientes porque esta es una cuestión en la que todos tenemos que ir en la misma dirección y la nuestra es, ha sido y sigue siendo la de proteger y salvaguardar por encima de cualquier otra consideración la salud de nuestros vecinos”. La alcaldesa ha añadido sobre la reunión que se celebra el próximo lunes que “va a ser un proceso participativo, transparente y democrático en el que todas las voces tienen que ser escuchadas y estoy convencida de que adoptaremos la mejor decisión para Sax”.
Las fiestas de Moros y Cristianos tienen su origen en 1627, cuando los sajeños prometieron en votos solemnes celebrar “desde ahora y para siempre” la festividad del día del citado santo, el 3 de febrero, para demostrarle su devoción y agradecimiento por haberles librado de una epidemia de “garrotillo”, una de las variedades de la difteria.
“Estamos ante una nueva epidemia y en estos difíciles momentos todos tenemos en mente a San Blas” ha indicado Estevan quien añade que “nuestra devoción por el patrón sigue intacta. Con más motivo en esta situación de la que estoy convencida que saldremos más fortalecidos”.
Aquel acuerdo que en pocos años cumplirá su cuatrocientos aniversario, fue ratificado entonces en un Cabildo abierto, celebrado en la parroquia, donde todo el pueblo se comprometió con dichos votos. Desde esa fecha, a San Blas, a quien ya se tenía gran devoción en el siglo XVI por la reliquia que tenía el pueblo, se le dedicaron las fiestas.
El juramento de 1627 se renueva todos los años mediante un Cabildo abierto el “último día feriado del año”, el 26 de diciembre, donde se presentan las cuentas y los presupuestos ante el pueblo, y fue declarado Bien de Interés Cultural Inmaterial a finales de 2018.